Daniela Alanis Mendez
18 nov 2025
1.8 toneladas de droga, mafia latina y dos objetivos de la DEA.
En un operativo internacional sin precedentes, la Policía Nacional española, en coordinación con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y autoridades de Países Bajos, desarticuló la denominada “oficina” del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en España, una estructura que operaba para introducir grandes cargamentos de cocaína y metanfetamina desde Sudamérica hacia Europa.
La operación, bautizada como “Oyamel”, dejó 20 detenidos, entre ellos dos objetivos prioritarios de la DEA y varios miembros de la Camorra italiana, del clan Amato-Pagano. De los arrestados, 15 ya han sido ingresados en prisión provisional tras su presentación ante la Audiencia Nacional.
La investigación comenzó a principios de 2025, cuando autoridades españolas detectaron la llegada de cocaína oculta en maquinaria industrial de gran tonelaje proveniente de Costa Rica. De acuerdo con los reportes oficiales, el CJNG había reactivado y reforzado su estructura en España con la llegada de nuevos miembros enviados desde México.
La droga era almacenada en fincas ubicadas en la sierra de Madrid y en Ávila, zonas que ofrecían privacidad y rutas de salida. Desde una finca cercana a La Adrada (Ávila) se coordinaba la distribución nacional hacia ciudades como Valencia y Bilbao, utilizando vehículos equipados con compartimentos ocultos.
Para el transporte internacional, la organización operaba desde propiedades en Talavera de la Reina (Toledo), donde se recibía y enviaba la maquinaria industrial con droga oculta hacia Italia, en colaboración con la Camorra napolitana.
El papel del empresario español: logística y lavado de dinero
El soporte logístico en territorio español estaba a cargo de un empresario español que, mediante sus sociedades mercantiles, facilitaba la entrada de maquinaria con droga, su almacenamiento y la posterior distribución. Estas empresas también eran utilizadas para blanquear las ganancias obtenidas por el cártel.
Durante la operación Oyamel, las autoridades incautaron:
•1,870 kilos de cocaína
•375 kilos de anfetamina
•275,000 euros en efectivo
•Criptomonedas por 15,000 dólares
•3 armas cortas
•15 vehículos
•14 kilos de plata
Además, se detectaron cargamentos de droga marcados con logotipos como “007” y referencias al Monopoly, utilizados para identificar rutas y grupos encargados de la distribución.
El CJNG, considerado por Estados Unidos como organización terrorista extranjera, ha extendido su influencia en distintas regiones del mundo gracias a un modelo de franquicias criminales. En Europa, su vínculo con mafias como la Camorra ha permitido su inserción en rutas de distribución y lavado de dinero.
En una operación paralela, la Policía Nacional detuvo en Málaga a “Pipo” Chavarría, presunto aliado del CJNG y líder del grupo Los Lobos, quien se sometió a múltiples cirugías estéticas para modificar su rostro y evitar su captura.
La Policía Nacional confirmó que este es el primer intento documentado del CJNG por establecer una oficina permanente en España. La operación requirió cooperación directa con Países Bajos para interceptar un contenedor marítimo procedente de Costa Rica con 650 kilos de droga ocultos en maquinaria industrial.
La investigación estuvo dirigida por el Juzgado Central de Instrucción Número 2 de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Especial Antidroga, y se desarrolló en dos fases: la primera dirigida al núcleo de operaciones, y la segunda enfocada en los puntos clave de distribución en Valencia y el País Vasco.
